miércoles, 7 de abril de 2010

Terremotos en América



El terremoto que se produjo en Chile este año fue el de mayor intensidad con 8,5 grados Richter que se ha producido en los últimos tiempos en América que incluso sobrepaso al seísmo producido meses atrás en Haití. El epicentro de este movimiento telúrico fue la región del Biobío que se vio fuertemente afectada no solo por los daños que el seísmo produjo en la ciudad sino también por los que causo el tsunami que aumento la cifra de muertos en esta región. A pesar de la gran catástrofe que el terremoto causó en este país, se podría inferir que Chile sí estaba preparado para afrontarla y que gracias a ello hoy no se ve mayormente afectado como es el caso de Haití.


Se debe tener claro que Chile es un país con una economía estable y que por lo tanto cuenta con recursos económico para invertir en prevención, algo que para los países pobres e inestables como Haití es muy poco probable. Además siempre sufre desastres naturales debido a su ubicación geográfica por lo que se mantiene en alerta constante.


Una ventaja que tuvo este país ante el terremoto fue su construcción antisísmica que no permitió que se efectúen daños fulminantes en comparación con lo suscitado en el pueblo haitiano. El movimiento telúrico que se produjo en Chile fue 50 veces mayor al acaecido en Haití. Las edificaciones de este último estaban completamente colapsadas, sus restos se habían convertido en pequeños pedazos. Y es que Haití debido a su situación económica paupérrima solo contaba con tres edificaciones de este tipo.


El presidente de Haití René Préval expreso: "El Parlamento se ha venido abajo, la oficina de Hacienda se ha venido abajo, las escuelas se han derrumbado, los hospitales se han derrumbado". "Hay muchas escuelas que tienen a muchas personas muertas" y entre los atrapados bajo el Parlamento se encuentra, aunque con vida, el presidente del Senado, Kely Bastien. El presidente, que no se encontraba en el momento del seísmo en el palacio presidencial, que también quedo destruido, explicó que recorrió varios barrios de Puerto Príncipe y pudo ver el alcance de los daños. "Todos los hospitales están llenos de gente, es una catástrofe".


Esto contrasta con la tranquilidad que emite la presidenta de Chile en declaraciones previas al último balance de muertos, Bachelet pedía fuerza al pueblo chileno y expresaba su condolencia y solidaridad con las víctimas del fuerte seísmo que azotó al 80% del país y pidió a todos sus compatriotas que se pongan en pie para reconstruir un país acostumbrado a los desastres naturales en un mensaje retransmitido en directo por todos los canales de televisión y emisoras de radio del país.


La presidenta chilena confirmó que el tráfico aéreo se normalizo y reiteró horas después, respecto de las ofertas de ayuda internacional. Pidió que ayuda en materia hospitalaria (hospitales de campaña, insumos), infraestructura (puentes mecano) telecomunicaciones, equipos electrógenos para generar electricidad y purificadores de agua, además de la llegada a Chile de especialistas en rescates.


Chile es uno de los países ricos de América latina por lo que no es de sorprenderse su rápido levantamiento después del desastre ocurrido. Los daños ocasionados por el tsunami y el terremoto no fueron tan graves como en Haití país muy pobre que no cuenta con los beneficios con los que Chile cuenta ante desastres naturales.


Equipos de socorro, hospitales destruidos y los pocos que quedaban en pie aparecían colapsados por la cantidad de heridos y gente sin refugio que dejo el seísmo en Chile. Situación que a pesar de ser tan austera, se veía clara, la gente pudo ser auxiliada, el trabajo de los equipos de rescates fue incesante y gracias a la colaboración de víveres enviados desde otras ciudades se pudo hacer llevadera las circunstancias. Esto contrasta con lo acontecido en Haití las fuerzas de los cascos azules de la ONG no eran suficientes para levantar y auxiliar a los damnificados. Solo para levantar las cenizas de lo que antes fue Puerto Príncipe con la cantidad de manos con las que contaba el gobierno haitiano, se necesitaría un mes para auxiliar a las personas que aun se encontraban bajo escombros.


Enseguida comenzaron a parecer imágenes en todos los canales, periódicos e internet de las riñas por los alimentos. La desesperación, las violaciones a los supermercados, y la exacerbación con la que los sobrevivientes actuaban cuando el personal de los cascos azules repartían los abastos enviados desde diferentes partes del mundo era asombrosa. Solo se comparaba con aquellas películas en las que se retrata el fin del mundo, era algo sacado de una cinta de ciencia ficción. Gente matándose por sacos de vituallas. Familias enteras durmiendo en el pavimento y otras más esperando su muerte, yacían acompañados de sus seres queridos debido a que los hospitales estaban destruidos.


El internet aparece como recurso importante de comunicación en medio de este hecho. Aquí se puede encontrar blogs donde aquellas personas cercanas a las ciudades afectadas publican los últimos acontecimientos y noticias sobre la catástrofe. Toda esta avalancha de información mediática ha sido de vital importancia para los chilenos quienes pueden encontrar información sobre los sobrevivientes y la situación que viven las ciudades acaecidas. Lo que solo sucedió en Haití gracias a las televisoras y prensa escrita.


Como respuesta a esto el mundo entero pone su mirada en ambos acontecimiento prestando ayuda comunitaria y llevando a cabo teletones para tratar de menguar lo acontecido. Esta es una prueba de la mala repartición de la riqueza en el mundo. Haití un país envuelto en la miseria y Chile uno de los países más ricos de Sudamérica muestran las diferencias abismales de las clases sociales. Aunque Chile es un país que ha salido adelante gracias al esfuerzo de sus ciudadanos y gobiernos conscientes. Haití debido a su caótico estado económico, no previó ninguna salvaguarda contra esta catástrofe.

Heylun

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