Me parece que este tipo de reality solo juega con los sentimientos de las personas y que ambas partes (los participantes y los llamados “pretendientes”) salen perdiendo, porque ninguno de ellos sabrá si están enamorados realmente o si solo fue el interés de ganar buenos premios, como un viaje a algún destino romántico o el premio gordo -por decirlo así- de 50 mil pesos mexicanos, que ofrece dicho programa.
El casting a las personas que querían participar fue denigrante, porque algunos decían que esta podría ser la oportunidad de conseguir a alguien que realmente los quiera, pero nadie les puede garantizar eso. Considero que Marcus y Ana María -los llamados “amorosos”- no pueden dar de hecho que las personas que ellos eligieron como sus parejas, realmente los querrán y que perdurarán, y la prueba de eso es que esta “pareja” se ha separado.
Estos realities solo buscan tener su audiencia y generar millones de dinero a costa de personas que realmente están falta de amor o de otro sentimiento. Considero que uno como televidente es culpable por sintonizarlo y no darse cuenta del transfondo de dichos programas.
Por: Majitop
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