martes, 6 de abril de 2010

Los realities realmente no se alejan de la realidad…




Personalmente pienso que los realities shows en un noventa por ciento son grotescos. En el Ecuador muchos han salido adelante siendo los más vistos y otros se quedan en el intento. “Me quiero enamorar” es un reality show mexicano en el que varias mujeres y hombres “luchan” por un objetivo, el amor de una pareja ideal. Y claro, algo de dinero.

El contenido que maneja el programa se podría decir que únicamente tienen que ver con la manipulación de los televidentes a través del morbo que generan las relaciones humanas, con el toque del chisme, los dimes y diretes ya característicos del espectáculo en México. Y claro es lo que le gusta a la gente, la comidilla, y todo lo que tenga que ver con echarle un ojo a las relaciones interpersonales. Podemos compararnos (y hablo en cuarta persona porque a mí también me entretienen) con viejas chismosas, de esas que pasan viendo quien llega y quien se va detrás de las cortinas.

No tiene nada de positivo, ni constructivo, le falta criterio. Además, denigran a la persona, que de por sí deja ver a personajes llenos de músculos, caritas bonitas y nada de coeficiente intelectual. Si lo queremos comparar con un programa nacional, nombraré al que menos me simpatiza, por no decir nada, “Las tardes son de Carolina”, siempre quise escribir sobre él.

Este programa es grotesco y al igual que “Me quiero enamorar” puesto que se utiliza un vocabulario muy vulgar por parte de la “animadora”, Carolina Jaume, que trata de pasarse por buen dato y de pueblo y hace quedar mal a las personas. Hay también grupos de chicos, los hombres tratan de meterse en un conocido y nada interesante grupo de tecnocumbia, y las niñas que buscan a través de retos una fiesta de quince años, ilógico si llegan a ver el programa pues se visten, bailan y se desenvuelven como grandes mujeres en busca de fama.

Creo que me estoy saliendo del tema, pero lo que pretendo decir es que los realities empezaron siendo algo interesante, concursos de canto y baile, para convertirse en la comidilla de la televisión. Mujeres luchando por hombres, exponiendo su vida y denigrándose por unos cuantos centavos o fama. Y en el caso de Ecuador, chicos con ilusiones que se deslumbran con un poquito de fama.

Por: MAGO

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